Sobre Mí
De la Espiritualidad a la Maternidad Consciente
Cuando llegué a Madrid hace 10 años, inicié un viaje que no solo me llevó a un nuevo país, sino también a un nuevo propósito. Como venezolana, dejé atrás un capítulo de mi vida para adentrarme en un proceso profundo de transformación espiritual. Fue un camino lleno de cambios: separarme de mi expareja, alejarme de amistades de años y enfrentar un torbellino emocional que me obligó a mirar hacia adentro. Este despertar espiritual me enseñó a escucharme, a crecer y a conectar con la mujer que estaba destinada a ser.
En este proceso encontré a una pareja que compartía mis valores y proyectos de vida. Juntos, soñábamos con formar una familia. Sin embargo, cuando llegó el momento de buscar la maternidad, enfrenté un golpe que nunca imaginé: un aborto a las 8 semanas. Fue un dolor inmenso, un duelo que no podía ignorar. Por primera vez en mi vida, decidí no huir de la tristeza ni del dolor. Aprendí a transitarlos, a integrarlos como parte de mi historia. Pero fue un camino solitario. Aunque mi pareja intentaba sacarme de esa tristeza, yo sabía que necesitaba vivirla para poder salir fortalecida.
Buscando apoyo, encontré consuelo en las historias de otras mujeres que habían pasado por lo mismo. Sus experiencias me abrieron el corazón y encendieron en mí una pregunta: ¿Cómo podría acompañar a otras mujeres en sus propios procesos emocionales relacionados con la maternidad? Fue así como descubrí la figura de la doula y decidí formarme en una academia de Barcelona: “Quiero Ser Doula”. Allí no solo aprendí herramientas para acompañar a otras mujeres, sino que conecté profundamente con mi feminidad y mi esencia, explorando una parte de mí que hasta entonces había estado dormida.
Poco después quedé embarazada. Fue un embarazo lleno de emociones encontradas: felicidad y alegría, pero también miedo por la pérdida anterior. Sin embargo, gracias a lo aprendido en mi formación, viví este proceso con consciencia plena. Practiqué meditación, yoga y herramientas emocionales que me ayudaron a mantener la calma y disfrutar de cada etapa. El embarazo me enseñó que cuando nos cuidamos mental, física y emocionalmente, podemos enfrentar cualquier desafío.
Cuando nació mi hijo Fabio, me mostró que ser madre es un acto de amor infinito, pero también de aprendizaje constante. Él me enseñó que para dar lo mejor de nosotras, necesitamos descansar y estar bien psicológicamente. Como muchas madres, enfrenté los típicos problemas de sueño infantil. Sabía que los métodos tradicionales, como el “dejar llorar”, no resonaban conmigo. Necesitaba algo respetuoso, algo que honrara las necesidades de mi bebé y también las mías.
Fue entonces cuando encontré ASBI Academia, donde me formé como asesora de sueño infantil. Aprendí que no se trata de entrenar a los bebés, sino de educar a los padres sobre las etapas de desarrollo de sus hijos y cómo acompañarlos con estrategias personalizadas. Este enfoque respetuoso no solo mejora el sueño del bebé, sino también el descanso de toda la familia, restaurando la armonía del hogar.
Hoy en día, mi misión es acompañar a mujeres embarazadas que sienten miedo o ansiedad en su proceso de gestación y a familias que buscan paz y descanso en su hogar. A través de la maternidad consciente y el sueño respetuoso, les ayudo a encontrar calma, conexión y equilibrio. Porque sé, por experiencia propia, que cuidar de nosotras mismas es el primer paso para cuidar de nuestros hijos.
